Llevas unos cuantos días pendiente de la agenda, sabes lo importante que es la presentación que debes realizar, quien será tu público, lo que un éxito significa para el proyecto, la importancia de que se entienda bien tu mensaje. Sin embargo desconoces totalmente cual puede ser la reacción del auditorio, y lo que es peor, no tienes las herramientas para lograr un total control de la situación, y que la respuesta finalmente sea positiva.
¿Tan difícil resulta hoy en día estar bien preparado para situaciones como esta? ¿Cómo actuará la gente cuando su mente se encuentre con mis mensajes, productos o servicios, y tenga que tomar la decisión de elegirme frente a la competencia?
En un mundo completamente saturado de ideas, marcas, proyectos, empresas y profesionales que hacen sentir a todos lo mismo, ¿cómo puedo ser visto y percibido de manera diferente? ¿Cómo hacer que mi mensaje se entienda de forma clara?
«Lo que decimos siempre ha sido muy importante, lo que transmitimos es aún más esencial.»
Hoy además de los medios de comunicación tradicionales, existen herramientas modernas que nos exigen formas diferentes para expresar nuestras ideas, y entre ellas mismas existen diferencias en la forma como se plantean los mensajes.
Entender la comunicación, conocer sus variantes y la importancia de estas, saber cómo funciona, dominar su manejo, y así obtener el máximo de su potencial es fundamental.
Aquí es donde hace su aparición la “neurocomunicación”, como parte de esa nueva concepción y ampliación de las formas de ver y concebir la comunicación. Trasladando el aspecto subconsciente de la comunicación al plano consciente, para ser capaces de identificar el efecto que tienen nuestras conductas, nuestro aspecto… en una interlocución, y conseguir superar cualquier vulnerabilidad, para mejorar de forma más efectiva nuestra relación con los demás, y potenciar una vez más nuestra marca personal.
Neurocomunicación enseña cómo poder alcanzar las metas alejándonos de los resultados no deseados. Explica cómo funciona los procesos mentales, para luego desarrollar su potencial a través de lo que vemos, oímos o sentimos, logrando que los estímulos se transformen en recursos.
El cerebro no ve la realidad sino a través de los sentidos y de los propios pensamientos. Las palabras influyen en un 7%, el 55% es el mensaje no verbal y el 38%, el tono de la voz, la velocidad, los silencios… es decir, el lenguaje paraverbal. Cuando no hay concordancia no se cree el mensaje.
Para eso el mensaje debe ser creíble. El contenido es lo que se dice, el diseño es cómo se dice, cómo se transmite y por qué canal de comunicación.
En su desarrollo y aplicación, la Neurocomunicación permite encontrar las formas óptimas y naturales de incrementar y mejorar los niveles de competitividad de las personas, organizaciones y empresas de forma sistemática.
Participa en nuestro próximo taller intensivo de NEUROCOMUNICACION
Antonio Verdera
Vitalmark